Su ritual
De todos modos no le importaba ni la gente que caminaba por al lado, ni los autos, ni el shock que causaba en la gente lo que estaba por hacer. Agarro el cuchillo que tenia, y empezó con el ritual. Necesitaba hacerlo para sentir que seguía viva, que eso que estaba viendo era pura realidad y no ficción de la buena. Cuando supo que ya era suficiente, se levantó y siguió su camino.