Ya no estoy con el weico, ya no me mueve la sensibilidad, ahora soy yo, mi cabeza y mi corazón. Que ninguno puede dar un poco mas. Harta de establecer siempre lo mismo. Pensar siempre en lo mismo. Pero me distraigo en un libro, vuelo, y caigo en la puta realidad de nuevo, ya no doy mas. Ya no se que hacer. Y nunca lo dije tan convencida.