Estoy en el laburo y mientras yo escribo esto a cuatro metros están la mayoría de mis compañeros comiendo facturas y tomando coca común, festejan que una de las chicas se recibió.
Los miro de lejos, repleta de resúmenes y resoluciones, cuento las calorías que tiene eso que están comiendo y pienso, pienso mucho.
El cuatro de agosto tengo la fiesta de disfraces de Max, y sigo con el mismo pensamiento de siempre.
Bien, hoy no va a haber alimentos.