Son oleadas de dolor.
Son ganas de salir corriendo hasta donde este y pedirle que me abrace fuerte, que no diga nada, solo que me abrace.
Que me traiga hasta la cama y duerma conmigo, sin mediar palabra.
Sentir su olor, sentir su cuerpo al lado del mio.
Poder verlo dormir, saber que esta conmigo, que comparte esta noche conmigo.
Tener la seguridad que me quiere con él, ya no la tengo, ya no tengo nada, ni su olor, ni su cuerpo, ni siquiera tengo su nombre cerca mio.
Cierro los ojos y lo recuerdo, como si fuese ayer cuando lo tenia acostado en mi cama mirando los dibujitos. Pero ya no está, mi cama esta fría y vacía. Hasta las sabanas lo deben extrañar.
Mi ropa ya no tiene olor a vainilla, mis amigas ya no hablan con él, mi cuerpo no quiere otro cuerpo. Mi cabeza no tiene motivo y mi corazón no quiere seguir.
Y es dolor, de ese que te hace un hueco el pecho. Esas lágrimas que te hacen doler la garganta porque no quieren salir.