Me puse a leer entradas viejas del Blog, no esas entradas petes en las que no aporto nada importante. Sino esas en las que contaba lo que hacia, con lujos de detalle, cada sentimiento que tenia en el momento del hecho. Y no puedo evitar mirarme, en el sentido de mi vida actual.
Siento que retrocedí muchos pasos atrás, en otras entradas reconozco no extrañarlo, haberlo superado todo, pero me acuerdo de lo que hice ayer. Me fui al parque a llorar porque era 24 de marzo. Eso no es tenerlo superado. Pero sé que no me reapareció este sentimiento de la nada misma, él también tuvo mucho que ver, se apareció de nuevo en mi vida a desarmarme todos los esquemas de nuevo, pero después me volvió a dejar y reconozcamos que nunca estuve preparada para que apareciese de nuevo. En fin, quede inestable, vulnerable de nuevo. Así estamos.
Pero todo pasa, lo sé, lo vivo día a día, y se que esta no es una buena temporada, pero van a venir mejores. Lo intuyo, pero se que tengo que esperar, se que tengo que reencontrarme conmigo misma. En este momento estoy muy perdida, muy olvidada, me olvide de mi.
Es hora, es mi hora.