Créanme que tengo tantos sentimientos lindos juntos que no puedo armar una frase. Estoy teniendo tantos sentimientos que creí haber enterrado. Es tan lindo todo esto.
Hoy me compre un camisón transparente, o por esa onda, divino. Ya compre el poste, y mañana voy a comprar con Caro el vino para el asado que vamos a hacer los cuatro allá en Acevedo.
Tengo llena el alma, no entiendo como alguien me puede querer o pensar en mí. Pensé que nadie más podía volver a quererme siquiera un poco.
Estoy reencontrándome con una Florencia que creí olvidada, pensé que nunca iba a volver a sentir algo, pensé que iba a querer de otra forma.
No puedo escribir nada mas, mi cabeza queda en blanco y sonriendo.
Hace muchísimo que no escribo, pero juro que no es porque este mal, de hecho hacia tiempo que no estaba tan bien. El campesino me esta cambiando la vida y estoy muy contenta con eso. Fui allá hace casi quince días, y ya tengo fecha para volver. Me encanta y me puede.
Me encanta que la gente diga que cuando estamos juntos se ve en el aire las ganas que nos tenemos.
-         Hoy tengo ojeras, ¿no?
-         Si, encima están negras, dobles he hinchadas, deberías ponerte hielo o te maquillo, ¿puedo?
-         Si.
-         JAJAJ

Y me tengo que ir, porque siempre que pasan cosas así me río y me voy, no puedo seguir el juego, no me sale, arrugo.

La segunda situación fue en la cocina, cuando los tres terminamos de comer.. Romi ya se había parado y nosotros dos seguíamos sentados. Me paro, porque no iba a quedarme ahí sentada con él, me encantaría pero no da. Y digo “gracias por dejarme esto para lavar!” y me tira el Tupper en la bacha, me empuja y yo no lo dejo pasar, me agarra y lo empujo. Evidentemente ya pasamos el umbral de la confianza a tocarnos. Y LA RE PUTA MADRE.
Cuando vuelvo a mi escritorio apoyo la cabeza en la mesa y pienso en todo esto. Viene Susi, y brujas si las hay, le cuento que me quiero matar, porque hay alguien que me espera en Pergamino mientas yo pienso en este friki. Ya todos los que nos vieron se dan cuenta que nos boludeamos mucho y que siempre es entre nosotros. Cuando lo miro se que me mira y lo de afuera se congela. RICO, ¿NO? Basta, él se lo perdió, mi cabeza debería estar en otro lado, debería estar a 245 km de distancia. No acá pensando en esto ni en él.
Ayer, 10 de agosto del 2013 hice el primer pago de mi Fiat 500
Este fin de semana que pasó fui a Colon con Lia. No planeábamos salir el viernes cuando recién llegamos porque estábamos agotadas y queríamos dormir, pero bueno.. tiramos la moneda al aire (en serio la tiramos) y salió que teníamos que ir. El destino quiso que vayamos.
Cuando llegamos a Bhur había una banda tributo a los Rolling Stones, nos pedimos una cerveza y nos sentamos a mirar, en cuestión de minutos terminó el show y arrancó el baile. Es un lugar en el medio de Colon, es de pueblo, gente de pueblo, distinta a la que hay acá, de todos modos había pibas chetas, pero lo chicos eran todos con cara de buenos, ya desde el vamos parecían tiernos.
Nos pusimos a bailar y no es que me agrande, pero empezaron a venir los chicos, a hablarnos, pero yo no iba con intenciones de nadie, estaba en la mentalidad de “no quiero engancharme con nadie, porque estoy bien así” y así estoy a lo largo de mis días. En un momento a Lia la saca a bailar un pibe, que de mi gusto claramente no era, entonces para descansar un poco me siento arriba de una especie de barra que separaba el escenario de la pista. No pasaron diez segundos que veo una mano estirándose para que empiece a bailar con él, lo miré y me gustó. Me sonrió y no pude dejar de mirarlo.
No me acuerdo absolutamente nada de lo que nos dijimos la primera vez, creo que su sonrisa pudo conmigo, lo único que me acuerdo es que no bailaba, no sabia y me pidió que le enseñe, pero no pudo entonces me invitó a tomar algo, me preguntó que estaba tomando y le dije “cerveza” me llevó a la barra de la mano. Mientras esperábamos que nos atiendan y nos den lo que él pidió me hacia mimitos en la mano, ni siquiera me había dado un beso y ya me estaba haciendo caricias. Me pudo en ese instante.
A los minutos de eso se que nos dimos un beso, fue automático, no quería esperar, no se que me pasaba pero tenia ganas de abrazarlo, no puedo explicarlo. El aire de pueblo había hecho un ser tierno de mi.
Bailamos, va.. bailé un poco mas y me pregunto si quería ir afuera a tomar aire, yo JAMAS me voy con un pibe de un boliche, repito.. jamás lo hice. Pero con él… le dejé la cartera a Lia que estaba abotonada con algún chico y me fui con él. Nos fuimos a su camioneta y no tenia miedo de subirme a un auto y esperar a que me garchara, porque sabia que eso no iba a pasar si yo no quería, ya sabia que era un pibe distinto a los que alguna vez conocí. Empezamos a hablar de nuestras tan distintas vidas, él siembra los campos y le da de comer a los chanchos.. yo, sin embargo paso ocho horas frente a una computadora atendiendo el teléfono en el microcentro. Nos separan 245 km. Pero cuando se reía todo lo demás no importaba, empecé a creer que me habían puesto algo en lo que tomé porque lo miraba y me gustaba mucho, quería abrazarlo y darle besos en el cachete.
Nos pasamos nuestro Factbook, teléfonos, le hubiese dado hasta mi documento. Me pidió que lo agregue, y le dije que mañana iba a ir a Ibiza, el boliche de Colón, que quería que vaya así nos volvíamos a ver, pero me dijo que no sabia.. primero porque vivía lejos y después porque los amigos capaz no querían ir tan lejos. Así que me hice la idea de que ya no iba a verlo nunca más. Ble, pasaron cosas lindas dentro de esa camioneta, y después hubo todo un quilombo con Lía pero no tengo ganas de escribir todo eso, asíque me salteo toda la parte de los músicos y los telos.
Al otro día lo agrego al Facebook, y a la noche me manda un mensaje preguntándome donde quedaba Ibiza, le pase la dirección y vino, cuando lo vi tenia ganas de que me haga acococho, ¿por qué tanto amor? No se, no tengo la mas puta idea, pero lo veía y no me importaba nada mas. Fue con un amigo, no lo conocía, ni siquiera me acuerdo como se llama, pero estaba con que quería conocer a una chica a toda costa y nosotros siempre estábamos agarrados de la mano o mirándonos y haciéndonos reír, nos gusta la sonrisa del otro. Como era de esperar nos fuimos juntos, de nuevo, pero esta vez iba a ser muchísimo mas linda que la primera vez, porque ya sabíamos lo que iba a pasar. Y créanme que fue mil veces mas lindo, mas tierno, no era como los de acá, desesperados del orto tratando de apretarme las tetas, era tierno y complasivo, primero estaba yo y después él. Fue tan lindo, tan todo. Quede más ciega de lo que ya estaba. Esa misma noche, después que yo ya haya llegado a la casa donde estaba hospedándome me mandó un mensaje diciéndome que ya había llegado, y charlamos todo el viaje de vuelta a capital. En dos días nos encantamos, no dejamos de decirnos lo mucho que nos gustamos, y de la bronca que nos da estar tan separados, esos malditos 245 km que nos separan.
No tiene pelo largo, no escucha rock pesado, ni tiene aritos ni tatuajes, es un chico normal, te diría que muchísimo mas distinto a lo normal, es de campo, del medio del campo, vive en Acevedo y se llama Gaspar, como uno de los reyes magos.